01 diciembre 2006

Legibilidad


Mi amiga Mia me recomendó, con razón, que cambiara el tipo de párrafo, que me olvidara de la bandera y que justificara los textos. Y es que uno es un absoluto analfabeto bloggero, y voy descubriendo las posibilidades de esta página poco a poco porque apenas tengo tiempo, y el poco que tengo lo dedico a escribir aquí las cuatro chorradas de turno.

Los textos justificados se leen mejor, pero en esta página, en Blogger, también tienen sus inconvenientes. Por ejemplo, no se puede (o yo no sé cómo) justificar los textos con guiones de partición, con lo cual a veces las palabras se separan demasiado entre sí. Y tampoco soy capaz de sangrar, de meter, la primera línea, con lo cual no queda más remedio que hacer lo que se llama párrafo alemán, que consiste en que todas las líneas están alineadas por la izquierda, incluida la primera; o sea, como este párrafo.

Y este párrafo, el alemán, nos obliga a introducir una línea de blanco entre cada párrafo para que quede claro cuándo es punto y aparte y cuándo es punto y seguido: si la última línea de un párrafo está llena, a veces es difícil discernir si ese punto es final o seguido.

Este rollo viene a cuento porque curioseo por esos blogg de Dios y a veces tengo que seleccionar el texto para poder leerlo cómodamente. Y no puedo dejar de pensar en los daltónicos, que se quedarán perplejos ante un blogg que, para ellos, no tiene nada escrito.

Lo ideal es combinar diseño y legibilidad. Pero últimamente parece que esta última pierde protagonismo. Y es una pena, porque de lo que se trata es de leer. Y como mejor se lee es con un fondo blanco, ahuesado, crema, y unos textos negros. Los colorines, para la publicidad. Un fondo negro con letras moradas es, para mí, una invitación a marcharme. Y la suelo aceptar.

Pero bueno, esto es una opinión, claro. Pero a mí de pequeño no me dejaban usar el boli verde ni el rojo...