17 junio 2008

Cerebros diferentes

Resulta que unos científicos suecos han llegado a la conclusión de que los gays son como son porque su cerebro se parece al de las mujeres. Y que las lesbianas son como son porque el suyo, su cerebro, se parece al de los hombres (¿tanto les gusta el fútbol?).
Teniendo en cuenta que siempre se ha dicho y aceptado que el órgano sexual principal es el cerebro, poco mérito me parece que tiene el descubrimiento. A los gays les van los tíos buenos, y a las lesbianas, las austrohúngaras, que decía aquel anuncio tan, tan antiguo ya.
Diferentes somos. Y que conste que no digo que tengamos derechos y obligaciones diferentes, no. Solo digo que somos diferentes. Unos somos más mirones (sí, los consumidores de porno somos mayoría hombres), otras son más exhibicionistas (sí, también es algo innegable: minifaldas, escotes y espaldas al aire son más propios de mujeres).
Dice mi mujer que en su oficina hay un "guarro" que, camino del baño, ya se va bajando la bragueta incluso antes de abrir la puerta. "Es un cerdo" es lo más bonito que dice de él.
Sin embargo, si en esa oficina a alguna se le ocurriera algo parecido, me temo que los compañeros de mi mujer no dirían nada de ese tenor. Es más, creo que más bien estarían pendientes de poder asistir a un prolegómeno de strip-tease interruptus. "Menos da una piedra" sería, probablemente, el comentario más utilizado. Nada de "Esa tía es una cerda", no.
Qué diferentes somos, sí.