03 junio 2008

Está abierto

Qué curioso es todo esto de los blog. Puedes escribir lo que te dé la gana, y como no te publicitas en ningún sitio, nadie se asoma por aquí. Es como dejar las puertas de tu casa abiertas, o como cuando no te acuerdas de subir las ventanillas del coche y lo dejas así en la calle. Nunca pasa nada. Aunque eso sí: pon puerta blindada en tu casa, y una alarma en tu coche, y verás lo que tardan en arrasar con todo.
Me gusta esto de dejar las puertas y ventanas abiertas. Aunque no entren ni los ratones. Pero está bien así. Leo por ahí otros blog que son como el bernardo de la coña (¿se decía así?). Todo el mundo entra, todo dios opina, todo quisque se cree ocurrente, y todos, toditos, todos lo que buscan es que entren en sus casitas y les devuelvan la visita.
Con lo bien que está cada uno en su casa y Dios en la de todos. Y quien dice Dios, dice tranquilidad. Y que las visitas sean eso: visitas, que en su significado lleva implícito la temporalidad, el espaciado en el tiempo. Lo contrario es parasitismo, es costumbre (mala costumbre).
Siempre lo dijo mi madre: Las visitas y la pesca, a los tres días apestan.
¡Ay, pero qué rancio que soy...!*
*Lo de rancio también me lo dice mi madre.