23 octubre 2006

Escarmentar, ese verbo

Dicen que nadie escarmienta en cabeza ajena (algunos, de hecho, ni en la propia). Supongo que debe de ser algo muy humano: "Eso a mí (a nosotros) no me (nos) pasa".
Tanto criticar todos (incluso algunos madridistas) "lo" de los galácticos, y alguno al otro lado del puente aéreo se descolgó a principios de temporada con aquello de vamos a ganar siete títulos.
Ay, la prepotencia, qué fácil sale.
En fin, que resulta que Ronaldo es un golfo de toda la vida, pero también resulta que el Piños, cada vez que quiere que le aumenten la ficha, deja de jugar unos meses. Y también que el Madrid se despreocupó siempre de la defensa fichando delanteros, y ahora parece ser que Eto'o no tiene recambio...
Ayer, ese simpático entrenador del Barça, que parece un tío enrollado (en todos los aspectos), se puso estupendo a la hora de hacer la alineación, dejando a los jugadores rocosos (Márquez, Motta) acomodados en los asientos Recaro del Bernabéu, cosa que el Madrid agradeció pasando por encima de los "bajitos" del Barça (Xavi, Deco, Iniesta). Gracias, Frank (fúmate otro a mi salud...).
Y es que ya se sabe, apretar, aprieta, pero pocas veces ahoga.

Bueno, y ahí van los trucos del día:

2. Debe de indica probabilidad: "Debe de estar lloviendo"; Debe, en cambio, denota obligación: "Debes hacer las tareas". O sea, justo lo contrario a como lo emplean nuestros políticos.

3. Después de dos puntos (:) casi siempre se escribe minúscula; se escribe mayúscula en los encabezamientos de las cartas:
"Querida amiga: [APARTE] Hace mucho tiempo que...",
y también cuando citamos las palabras de alguien:
Mengano dijo: "Ya termino este rollo...".